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Nos independizamos creyendo que va a ser fácil, que está chupao', que pa' qué ibas a prestar atención a los consejos que te daba tu madre si lo que tiene que ver con la alimentación no puede ser tan complicado... Y no... Va a ser que no. Empiezas a no administrarte correctamente, descubres de casualidad un bote de salsa boloñesa que compraste hace un año y que, en aquel entonces aunque no lo recuerdas, dabas por perdido. El dinero se te va y acaba más comida en la basura que en tu estómago.

 

Lo cierto es que no creo que sean cosas que sólo nos pase a las personas independizadas de nuestra generación; hay malos hábitos que perduran por los tiempos de los tiempos. Así que ya seas joven, madre, padre, etc., tal vez no esté de más que le eches una ojeada a estos consejillos, igual encuentras algunas cosillas que no sabías.

 

 

Trucos para ahorrar en alimentación

NOS VAMOS A HACER LA COMPRA...

Antes de salir de casa hay tres requisitos básicos que debes cumplir para que tu compra sea satisfactoria:

1. No vayas a comprar con el estómago vacío: si no quieres salir a comprar verduras y carne y volver con diez tabletas de chocolate de todas las marcas y todos los gustos, hazte ese favor.

2. Haz una lista de la compra: sí, sé que puede agobiarte solo de pensarlo y darte palo ir por todo el súper con una lista en la mano, pero lo cierto es que esto evita improvisaciones, olvidos de última hora, viajes de más a la tienda y que compres cosas que ya tienes en casa. No, no confíes 100% en tu memoria. Puede fallar. Lo sabes. Así que asegúrate de revisar la despensa y verificar qué productos tienes ya en el armario y en el frigorífico. Además, si realmente vas apurado, elimina de la lista lo innecesario: refrescos, snacks, alimentos procesados, etc.

3. Ten en cuenta tu presupuesto: ejem, ejem... Sí, sé sincero/a contigo mismo/a. Fija un gasto máximo y no te salgas de ahí (si la cosa va de un euro, no vayas a quedarte sin un paquete de atún por eso, entendamosnos...). Se puede ir ajustando el gasto eligiendo entre productos a granel o envasados, comparando entre distintas tiendas y entre marcas más caras y marcas blancas o productos recomendados.

 

¿Ya están estos tres deberes hechos? Puesss... ¡Misión comprar ON!

4. Utiliza los cupones del supermercado: aunque no lo parezca, muchas personas no los utilizan. No sé si es que les da la sensación de que así parezca que mendigan. Pues... ¡se acabó! A partir de ahora, esos descuentillos que te hacen si eres cliente y esos cupones que salen junto al ticket de la compra, los íremos mirando por si hay algo de lo que sale ahí que tu utilices.

5. Si tienes bien localizados los estantes de la tienda/supermercado, intenta ir como una flecha a lo que te interesa para evitar caer en la tentación de esas cosas que ponen entre la meta y tu: helados, bollicaos, etc.

6. ¡Cuidado con las ofertas!: sí, es irónico que lo diga, ¿no? Pues bien, sí es cierto que igual puede salir más barato, pero primero valora si vas a poder consumir todos esos productos dentro de las fechas marcadas.

7. Antes de meter un producto en el carrito, mira SIEMPRE la fecha de caducidad. Recordad que cuando pone "Consumir preferentemente antes de", no significa que caduca ese día, sino que a partir de ese día se prevé que empieza a perder sus propiedades, aún así, duran un poco más que lo que marca su fecha.

 

 

 

VOLVEMOS A CASA... ALMACENAMIENTO

Llegamos a casa y hay que guardarlo todo en su sitio...

8. Lo primero que vamos a tener siempre presente es que lo que hayas comprado (lo nuevo) irá siempre en la parte de atrás, y lo que ya tenías pasará a la parte de delante. Así lo irás gastando todo.

9. Haz pequeños abujeros en bolsas ziploc y guarda la verdura en ellas. Extenderá su vida.

10. Las pastas, los arroces, los cereales y la harina es mejor guardarlos en botes herméticos una vez abiertos.

11. Aunque no lo parezca, la nevera es todo un mundo. Los alimentos nunca han de tocar la pared de la nevera y hay que dejar espacio entre ellos para que circule el aire correctamente. En la parte de arriba pondremos los alimentos que requieran menos frío. En la parte central yogures y lácteos. En la parte de abajo pondremos los alimentos que requieran de más frío.

12. El pan de molde se conserva mejor en la nevera.

13. Si envuelves la lechuga en papel de periódico antes de meterla en la nevera, se conservará más tiempo. Lávala bien antes de consumirla.

 

CONSEJOS DE ALIMENTACIÓN

Y esto por si queréis tener en cuenta unas cosillas más...

14. Si quieres conservar los ajos durante más tiempo, puedes pelarlos e introducirlos en un bote hermético y guardarlos en la nevera o, también, meterlos en un bote lleno de aceite.

15. ¿Te ha sobrado salsa de tomate? No te preocupes, métela en la nevera en un bote de cristal cubriendo su superficie con aceite de oliva crudo para que el tomate no pierda sus propiedades.

16. Para evitar que las magdalenas se resequen, introdúcelas en una caja metálica junto con una manzana entera bien lavada y seca.

17. No laves la fruta antes de guardarla: la humedad acelera su deterioro.

18. Las cebollas estropean las patatas cuando entran en contacto.

19. Si los cereales del desayuno se han reblandecido, mételos un minuto al horno, a unos 100ºC, tapados con papel de aluminio. Volverán a estar crujientes.

20. Cocina el doble de lo que necesites y congela la mitad, así, cuando no tengas tiempo, en vez de llamar por una pizza puedes calentar algo del congelador.

21. De vez en cuando cocina desde cero; es más barato que utilizar comida preparada.

22. Cubre las ollas mientras cocinas. Consumirás menos energía.

23. Intenta evitar más la carne, puede ser a veces más caro que unos garbanzos o unas lentejas.

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